Una novela ambientada hace casi cincuenta años que nos ayuda, mås que ninguna otra, a entender el mundo de hoy.
Marsella, 1973. ThĂ©o Daquin, un investigador precoz, brillante, atractivo y homosexual, deja el LĂbano para ocupar el puesto de comisario en Marsella, la capital mundial del trĂĄfico de heroĂna. Se encuentra con una ciudad ensangrentada por los ajustes de cuentas entre matones y la estrecha relaciĂłn entre los polĂticos y los traficantes de drogas y armas. Incluso los diferentes cuerpos policiales estĂĄn en plena guerra: se espĂan, se chantajean entre ellos y proliferan las asociaciones semiclandestinas.
Daquin tiene solo quince dĂas y toda la policĂa en contra para investigar tres asesinatos en el seno de una naviera. Una de las vĂctimas, Maxime Pieri, recibe diez tiros en la escalinata de un casino en Niza, cuando iba del brazo de Emily, la esposa de su socio, Michael Frickx, un magnate del comercio de minerales que quiere dar el salto al nuevo mercado del petrĂłleo, fascinado por el dinero fĂĄcil y los negocios oscuros. Y este es solo el principio. La sociedad estĂĄ en pleno proceso de cambio. Los delincuentes tambiĂ©n.