El psicoanálisis y las mujeres están ligados. En efecto, desde el inicio, es con las mujeres, con los «piquitos de oro» de las histéricas de quienes aprende, como Freud descubre el inconsciente. Después, abordando el goce femenino por las vías de la lógica, Lacan se compromete con su última enseñanza –siendo además en esa época cuando enuncia: «La mujer no existe» ¿Qué quiere decir, sino que, de entrada, las mujeres no existen sino una por una, que ellas son eminentemente singulares y que es, por lo tanto, imposible dar una definición de La mujer que valga para todas las mujeres?
Para los psicoanalistas de orientación lacaniana, la apuesta ante semejante tema de trabajo es triple: de entrada, hacer valer su orientación a partir de la enseñanza de Lacan, también dar cuenta de su práctica con las mujeres y de lo que ellas enseñan y, finalmente, situar el mundo contemporáneo para interpretarlo, en el momento en que las mujeres toman en él un lugar renovado.
Noveno en la serie de los Scilicet –Scilicet significa literalmente «Tú puedes saber» y cuyo título fuer retomado por una revista creada por Jacques Lacan–, este volumen preparatorio de La Gran Conversación Virtual Internacional de la AMP cuenta con más de ciento diez contribuciones de psicoanalistas de todo el mundo. Cada una de ellas esclarece aquí los desafíos de esta proposición de Lacan: «La mujer no existe». Y, en la apertura de este volumen, un texto de Jacques-Alain Miller, «Semblantes entre los sexos», traza una orientación.