Tienes entre manos una emocionante confesión personal: la historia de una mujer que, pråcticamente de la noche a la mañana, en circunstancias nada fåciles y en el marco de la mås poderosa y machista sociedad norteamericana, se ve obligada a asumir el liderazgo de un apasionante proyecto empresarial: The Washington Post.
Katharine Graham nos narra su vida, las relaciones a veces atormentadas con su marido, su experiencia con los distintos presidentes norteamericanos a los que ha tratado durante mås de cincuenta años de actividad profesional, sus ilusiones personales, sus amores, sus decepciones... Sin olvidar el escåndalo Watergate que destaparon Bernstein y Woodward, dos redactores de su periódico, que acabó con el presidente Nixon.
Una mujer en el ojo del huracĂĄn que escribe el relato de su vida con extraordinaria agudeza, estilo, y humor.
SOBRE LA AUTORA
Katharine Meyer Graham pasĂł de ser una ama de casa ejemplar y âesposa felpudoâ a convertirse en una de las mujeres mĂĄs poderosas del mundo. Tras el suicidio se su marido en 1963, Katharine tomĂł las riendas de la empresa familiar, un conglomerado editorial cuya joya de la corona era el Washington Post. Graham tuvo que vencer la desconfianza de un entorno machista y su propia falta de autoestima. Lo hizo con una mezcla de modales sofisticados de niña rica y su tendencia a âinsultar como un marineroâ. En 1971 publicĂł, en contra de las presiones del Gobierno y del consejo de sus abogados, los Papeles del PentĂĄgono sobre la Guerra de Vietnam. ProtegiĂł a Carl Bernstein y Bob Woodward en su investigaciĂłn de caso Watergate. âA Katie Graham se le va a quedar la teta atrapada en un escurridor grande y gordo si eso es publicadoâ, amenazĂł el jefe de campaña de Nixon, John Mitchell, antes de que saliera publicado el primer reportaje. Nixon cayĂł y Graham siguiĂł al frente del periĂłdico hasta 1991.
RESEĂAS DE PRENSA
âLa mujer mĂĄs poderosa del mundoâ - The Washington Post
âEl relato de una vida autĂ©nticamente novelescaâ - El PaĂs
EXTRACTO
Desde el primer momento tuve claro que deseaba escribir este libro personalmente, aunque era consciente de no ser una verdadera profesional. Recuerdo muy bien que el columnista Walter Lippmann me dijo en una ocasiĂłn que incluso para Ă©l, que escribĂa constantemente, era muy difĂcil volver a hacerlo despuĂ©s de una interrupciĂłn de sĂłlo unas semanas. Ăsta es una idea que me venĂa sin cesar a la mente mientras reflexionaba sobre escribir o no sin ayuda en lugar de hacerlo con un coautor. Sin embargo, si querĂa que fuera un relato personal, sabĂa que tenĂa que contarlo yo misma. Si lo he logrado, es gracias a dos personas: Evelyn Small, que se encargĂł de investigar, y mi editor, Robert Gottlieb.