Paula tiene su vida perfectamente organizada. Huérfana desde muy pequeña, siempre ha tratado de evitar todo aquello que pueda conllevar complicaciones: cosas como enamorarse, dejar su cómodo pero aburrido trabajo para buscar otro más emocionante o conocer a nuevas personas aparte de sus dos compañeros de piso y su adorada amiga de la infancia.
Pero esta vida monótona se verá alterada con la aparición de Andrew, que resulta ser todo lo contrario a lo que ella está acostumbrada. Andrew cambiará el horizonte de Paula, que empezará a comprender que para vivir y ser feliz hacen falta metas e ilusiones y que hay que amar y atreverse a soñar.