El fenómeno del bullying no es nuevo, es tan antiguo como la escuela misma. Su sobredimensionamiento en la agenda mediática y social devela un clima de época.
Algo nos dice acerca de nuestra sociedad el hecho de que este discurso haya permeado las relaciones del modo en que lo hizo. La primacía del significante es tal que lleva a preguntarnos sobre sus efectos en la subjetividad y en el modo en que nos relacionamos unos con otros. ¿Qué subjetividades construye? ¿Qué representación del otro promueve? Preguntas ineludibles para quienes asumimos el desafío de pensar el lazo en los tiempos del bullying.
Este libro invita a romper con el enfoque que hoy coloniza el pensamiento pedagógico y social acerca del denominado bullying. Propone despegarnos de un discurso que sostiene que hay víctimas y victimarios para promover la construcción de un enfoque alternativo, que nos interrogue acerca de las condiciones en que los sujetos asumen esas posiciones.