Emprender no es tarea sencilla porque requiere tiempo y dedicación. En estos tiempos donde emprender se ha vuelto una "moda", se ha mitificado mucho la figura del emprendedor como "alguien de éxito", sin tener presente, que es una persona que se reta todos los días para seguir avanzando en su propósito, y en ello se encuentra su actitud, que no es más, que estar a la altura de las circunstancias que le marca su proyecto.
Este es un libro para que el emprendedor, sobre todo el inicial, pueda desarrollar su propuesta de valor desde una base sólida, para que aprenda la importancia que es el saber gestionar adecuadamente su medio digital, ya que crear una empresa, no sólo consiste en desarrollar su página web, App o plataforma, sino que hay que saber de la existencia de otros protagonistas que influyen en la visibilidad del proyecto, y además, tomando como guía, el funcionamiento del cerebro primitivo de su target potencial como principal actor en el ciclo de adopción de su producto o servicio, así como los posibles tipos de audiencia que pueden aparecer en las diferentes fases de desarrollo del proyecto.
Sin embargo, la inteligencia emocional del emprendedor juega un papel primordial, no sólo para conectar con su target potencial para obtener datos objetivos en un entorno de máxima incertidumbre, sino para que pueda gestionar de forma eficaz sus emociones, donde se incluye, el desarrollo de su mentalidad emprendedora, su capacidad de reacción en la toma de decisiones frente a circunstancias hostiles, además de aprender a gestionar mejor, la relación con su entorno más cercano.
El talento sólo corresponde al 10%, el otro 90%, corresponde al aprendizaje que retroalimenta al 10%.
Emprender no es sólo tener una idea, es desarrollar una propuesta de valor para que satisfaga los requisitos del cliente a través de la mejora continua, porque sin ella, el proyecto muere. Una actividad compleja donde todas las piezas deben encajar a la perfección y que va más allá de un CANVAS dentro del mundo digital.