Este escrito busca captar al P. Kentenich en su humanidad.
Nos encontramos en José Kentenich con un hombre que luchó y se desarrolló. Trabajó toda una vida en su formación interior. Dios lo condujo de una manera única, pero así y todo no le fue fácil dejarse formar por él en todos los aspectos.
Esta publicación quiere transmitir una imagen del P. Kentenich que lo muestre como un hombre frágil, y precisamente por ello, cercano a nosotros, hombres de este tiempo; que represente un mensaje para nosotros…El ideal de santidad que el P. Kentenich propuso, fue siempre un ideal de santidad muy humano y accesible. Desde los comienzos de su actividad hizo notar que debemos fijarnos más en las luchas de los santos. Los santos no fueron santos desde el seno materno, como suelen ser presentados; si bien es verdad que fueron ya allí elegidos.
¿No habrá llegado el momento, dada la distancia temporal con su presencia, en que una nueva generación mire en forma diferente su vida interior, no para empequeñecerlo, sino con la consciencia de que así será engrandecido? Es justamente esto lo que me ha ocurrido a medida que avanzaba en escribir este ensayo.