El autor propone una reflexión en una perspectiva distante y abarcativa (telescópica) que atienda la especificidad única de la especie humana inserta en forma indisociable en su hábitat: la heterogénea realidad humana, construida por esa especie. Intrincación del hombre y su medio solo posible por la existencia del psiquismo. Partiendo de la enumeración que Freud hace en El Malestar en la Cultura acerca de las fuentes del padecimiento humano, el autor plantea su irremediable imperfección constitutiva como el motor que dinamiza el alucinante avance alcanzado en nuestro tiempo. Avance que si bien brinda mayor seguridad, eficiencia y confort no hace más que poner en evidencia el irreductible padecimiento al que el psicoanálisis atiende e intenta mitigar. Fiel a la perspectiva propuesta, hace un recorrido evolutivo del hombre y de los hitos más visibles que nos llevaron a la muy variada realidad humana actual.