Sáenz explora las relaciones de un estudiante de bachillerato a punto de graduarse, en una historia de aprendizaje y crecimiento llena de calidez y compasión.
Ha llegado el otoño y, con él, el último año de instituto. Según su inseparable Sam, para Salvador y ella empieza la vida. La universidad y la madurez son promesas a punto de cumplirse. Salvador sabe que todo va a cambiar, pero no sospecha hasta qué punto. Ya el primer día de clase se descubre pegando a un chico que ha insultado a su padre. Jamás había sentido esa violencia. ¿Habrán aflorado los genes del desconocido padre biológico?
A golpe de desilusiones, conflictos y pérdidas, el mundo de Salvador y sus amigos se transforma vertiginosamente. Él desea reconstruirlo, en busca de una nueva lógica que explique su vida. En el camino dejará mucho atrás, pero también ganará. Aprenderá a identificar y vencer los miedos, y dará con una reconfortante certeza: el amor incondicional existe.