La génesis de este libro se basa fundamentalmente en la descripción de distintas problemáticas en el terreno del aprendizaje en los contextos actuales. A través del relato vivencial de la memoria aprisionada, la autora pone luz sobre síntomas y trastornos en la niñez, juventud y adultez, desde un encuadre psicopedagógico clínico, donde juega desde la problemática individual a la colectiva. El saber individual y el social se ponen de manifiesto a la hora de promover acciones salutógenas. Teoría y práctica entran en un interjuego que llevará al lector a construir sus propias herramientas a la hora de adherir a una posición teórica.
La memoria tapada es un rico aporte a la descripción de un abanico de posibilidades con el que el profesional se encuentra en el territorio donde ejerce su praxis. La teoría interpela la práctica, logrando la conjugación exacta entre el saber y el conocer.