Cómo leer las respuestas que los sujetos formulan ante la prueba de Rorschach es la cuestión central que se aborda en este libro. En el ámbito de la clínica, el procedimiento habitual de codificar lo producido ajustándolo a alguno de los sistemas de clasificación vigentes permite, al mismo tiempo, establecer consensos y marcar los límites a superar. Son necesarias otras lecturas que se ocupen de la dinámica singular que se da en cada respuesta y que suelen quedar por fuera del recorte establecido. Los caminos que se abren buscarán articulaciones con la teoría y tratarán de instrumentar las categorías propias del pensamiento complejo. Al considerar el factor temporal y los efectos que acontecen durante su transcurrir, la lectura queda centrada en los modos de producir sentido.
En esta obra se han rescatado las ideas de Irene Orlando acerca de las transformaciones que los sujetos imprimen a sus respuestas y que la llevaron a explorar las operaciones subyacentes en su organización. A partir de estas ideas, la lectura que aquí se ofrece avanza para mostrar lo que el sujeto –sea un adulto o sea un niño– hace y dice mientras va construyendo el sentido de su interpretación.