Neuroanestesia práctica

El anestesiólogo general o de cualquier otra subespecialidad frecuentemente se encuentra ante la necesidad de resolver un caso neuroquirúrgico. A pesar de que durante la residencia en anestesia una parte importante de la enseñanza la conforman las bases de la neuroanestesia, no es la práctica común, y existen algunos puntos que por el escaso contacto al respecto no se manejan con soltura. Las posiciones que son necesarias en el paciente neuroquirúrgico casi no se presentan en otros tipos de cirugías. La posición sedente o el decúbito prono, o bien el lateral, pueden afectar en forma importante al paciente, además de tener particularidades en cuanto a los riesgos que con ellas se corren, tales como la embolia aérea. De las misma manera, los avances en el neuromonitoreo obligan al conocimiento del mismo y, aunque la interpretación corre a cargo del neurofisiólogo, la información general y el conocimiento profundo de la acción de los anestésicos sobre las diferentes técnicas de neuromonitoreo son básicos para permitir una asociación sólida con el neurofisiólogo en beneficio del paciente.

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Neuroanestesia práctica

El anestesiólogo general o de cualquier otra subespecialidad frecuentemente se encuentra ante la necesidad de resolver un caso neuroquirúrgico. A pesar de que durante la residencia en anestesia una parte importante de la enseñanza la conforman las bases de la neuroanestesia, no es la práctica común, y existen algunos puntos que por el escaso contacto al respecto no se manejan con soltura. Las posiciones que son necesarias en el paciente neuroquirúrgico casi no se presentan en otros tipos de cirugías. La posición sedente o el decúbito prono, o bien el lateral, pueden afectar en forma importante al paciente, además de tener particularidades en cuanto a los riesgos que con ellas se corren, tales como la embolia aérea. De las misma manera, los avances en el neuromonitoreo obligan al conocimiento del mismo y, aunque la interpretación corre a cargo del neurofisiólogo, la información general y el conocimiento profundo de la acción de los anestésicos sobre las diferentes técnicas de neuromonitoreo son básicos para permitir una asociación sólida con el neurofisiólogo en beneficio del paciente.