El 16 de diciembre de 1996 la familia de la autora sufrió el asesinato de uno de los suyos, en lo que se podría considerar una masacre. El hecho fue divulgado de inmediato por los medios masivos de comunicación como noticia de última hora. Algunas de las personas, por tal razón, no entienden de la tragedia a través de las imágenes transmitidas por los telenoticieros. Este hecho marcaría definitivamente no sólo el curso de sus vidas, sino el tipo de duelo que debieron llevar después, desencadenado en el momento mismo de la emisión y recepción de esas imágenes de violencia. En este trabajo de investigación Erika Diettes pretende llevar al lector, a través de esta experiencia familiar de la muerte violenta y de sus imágenes circuladas en los medios, a cuestionarse la forma, utilidad y mensajes del registro visual de la violencia cuando se hace noticia. Ha decidido trabajar, a través de los testimonios sobre este asesinato como medio para captar la experiencia de la comunicación de la noticia y su influencia posterior en los dolientes. Por medio de dichos relatos, el lector podrá conocer la forma como la transmisión de dichas imágenes impactó a los involucrados no sólo por su contenido, sino en especial por el hecho de que simultáneamente a la transmisión de la noticia, ellos se enteraron de los hechos. Así es como su intención es que, a medida que avanza el texto, pueda notarse el proceso, en el caso de esta familia, de pasar de ser simples espectadores de una noticia a espectadores-víctima, incluyéndose inesperadamente en el espiral de la violencia de este país.