Este libro es una propuesta novedosa, crítica y actualizada que invita a reconsiderar ciertos postulados sobre la arqueología del norte de Colombia. El autor, con base en su experiencia como etnógrafo de la arqueología, hace un análisis de los conflictos inherentes al patrimonio arqueológico regional, dada la existencia de diversas ontologías que determinan visiones y particularidades sobre materialidades llamadas arqueológicas. Para hacer este balance crítico, el libro hace un recuento de cómo surgieron las narrativas arqueológicas regionales, cuáles fueron las relaciones de estas narrativas con determinantes históricos y cómo dichas narrativas son cuestionadas por diversos actores étnicos que comparten otra visión de la historia regional. El libro no hace eco a una visión de múltiples historias, sino que muestra cómo, sobre las visiones locales, se impuso una narrativa global. Además de esto, se describe con profundidad la visión local indígena de lo que en arqueología se conoce como registro arqueológico, y da herramientas para comprender esos sentidos sobre esas materialidades. La lectura de la obra permite una entrada a lo que se consideran debates críticos de las arqueologías decoloniales o las arqueologías indígenas o comunitarias.