La crisis financiera de 2008 ha supuesto un auténtico terremoto en las instituciones económicas y las estructuras sociales contemporáneas. Desde entonces, el capitalismo ha mudado su piel para no ser reconocido. Sus acciones impunes han acentuado la desigualdad social justificando las nuevas medidas económicas y su asimilación a través de discursos que defienden el individualismo, la competencia generalizada, la austeridad, la hegemonía de lo privado y la financiarización. De este modo, los poderes mercantiles han conseguido cuestionar los cimientos de la democracia y han ajustado todas las instituciones políticas a sus propios intereses. En Poder y sacrificio, Luis Enrique Alonso y Carlos J. Fernández Rodríguez revisan y desenmascaran los discursos sociales presentes en el imaginario empresarial y económico actual que, disfrazados de neutralidad y necesidad, cumplen una misión ideológica fundamental para el neoliberalismo: diluir la ciudadanía y desmantelar el Estado de bienestar construidos a lo largo del último siglo.