Romeo y Julieta es una de las tragedias más universales y conmovedoras de William Shakespeare. Ambientada en la ciudad de Verona, narra la historia de dos jóvenes pertenecientes a familias rivales que, al encontrarse, descubren un amor tan intenso como imposible.
Shakespeare transforma esta historia en un poema dramático donde la pasión juvenil se enfrenta a la violencia, el odio y las estructuras sociales que dividen a los personajes. El amor surge como un instante de belleza luminosa en medio de la oscuridad, un desafío al destino y a las normas impuestas por generaciones anteriores.
La obra alterna momentos de ternura y humor con escenas de duelos, enfrentamientos y decisiones irreversibles, reflejando la complejidad de la condición humana. Sus versos, llenos de musicalidad y fuerza poética, capturan tanto la intensidad del deseo como la fragilidad de la vida.
Más allá de su desenlace trágico, Romeo y Julieta se ha convertido en un símbolo eterno del amor puro y desafiante, capaz de trascender las barreras del tiempo, la enemistad y la muerte misma.