"La primera cerveza, hablar con alguien fuera del mundo carcelario o comer algo que no fuese el rancho de la prisión. Todo era como algo nuevo y extraño".
La bendición o maldición de ver todo por primera vez, incluso después de haber vivido parte de la vida. Este es un fragmento de la apasionante historia de Miguel Ángel Santos Martín, un niño índigo que sabe que debe cumplir con su misión aquí, entre nosotros, que no es otra que la de hacernos ver más allá del horizonte impuesto.
En este libro se describe la vida en una prisión del siglo XXI en España. Algo único y novedoso en la literatura actual del país.