Lo diverso no es el repertorio estilístico que se esclerosa a través de pastiches "neo-algo", sino los individuos interactuando cuyas convergencias determinarán un nuevo opus; creación que no puede evitar referentes (aquellos tres ¿acaso no plagiaban al Juan Tenorio de Tirso de Molina?). Pero tampoco se trata de "rankear" un Canon de los Top-ten (entre profesionales resultaría fácil acordar por el Taj Mahal, la Villa Roton-da, Falling-water, Tugendhat, Villa Mairea, etc, etc), sino de apuntar a una cultura donde cualquiera pueda sentir el "clic" del Dispositivo y exclame: "Yo quiero vivir acá". No se trata de progreso en el modus vivendi sino de acontecimientos felices cada tanto. Y eso es una casa. ¿Qué más si no?