La acciĂłn de Cautela contra cautela, de Tirso de Molina, se sitĂșa en NĂĄpoles. AllĂ reina Alfonso de AragĂłn, quien tiene por privado a Enrique de Ăvalos. Ăste se muestra indeciso entre el amor que siente por dos damas de distinto temperamento y sensibilidad: Elena y Porcia.
El conflicto se agudiza cuando el rey recibe un escrito anĂłnimo en el que se le comunica que unos conjurados pretenden traicionarlo. Estos, a cambio de favores, planean entregar el reino de NĂĄpoles al rey de Francia, Carlos VIII.
La astucia con que el rey y su privado se preparan para desenmascarar a los traidores consiste en hacer creer a todos que Enrique de Ăvalos ha perdido el favor real.
Por medio de esta estratagema Alfonso de NĂĄpoles podrĂĄ descubrir a sus enemigos. Sin embargo, la acciĂłn se complica debido a los equĂvocos que se producen entre el rey y su privado, creyendo uno a veces que verdaderamente ha perdido el favor real, y pensando el otro que Enrique verdaderamente se ha conjurado.
No obstante, Cautela contra cautela acabarĂĄ felizmente al descubrirse que los traidores son Ludovico y los prĂncipes de Taranto y Salerno. Se descubre tambiĂ©n que la dama que ama desinteresadamente a Enrique es Porcia (mientras que Elena solo se dejaba cortejar por ambiciĂłn).
La obra termina con el reconocimiento por parte del rey del servicio y la lealtad que verdaderamente le ha profesado Enrique de Ăvalos. Tras ello asistimos a la boda de Enrique con Porcia, la mujer que lo ama desinteresadamente.