Cuentos, historietas y fábulas constituyen un conjunto de obras «menores» del marqués de Sade, donde el
autor se acredita como uno de los mejores novelistas de todos los tiempos. A veces, con solo una página y
media, Sade es capaz de superar la prosa de sus novelas mayores. Si la novela Justine acreditó la personalidad
literaria y atrevida del marqués de Sade, estos relatos cortos revelan un asombroso ingenio sintetizador y una
gran capacidad imaginativa.