Zeus envió un sueño a Agamenón transfigurado como Néstor para que este retirara todas las tropas de Troya. A la mañana siguiente cuando Agamenón despertó, sin dilación, se reunió con su consejo de generales y les contó el sueño, pero estos, perplejos, dudaron de sus palabras. A su vez, los heraldos estaban a voz en grito llamando a todas las tropas para que acudieran al ágora y fue allí donde el rey de reyes habló de su sueño a todos los griegos. La noticia de dar por terminada la guerra y volver a sus tierras fue recibida entre un gran bullicio, porque la multitud ya estaba cansada de tantos años alejados de casa y sin dilación, se apresuraron a comenzar el regreso. Hasta que Odiseo convenció al grueso de los soldados para que quedaran y lucharan por Troya.