Los Poemas de Evaristo Carriego estĆ”n marcados por su realismo opuesto a las corrientes simbolistas de la poesĆa argentina de ese momento.
Carriego fue un poeta que no vacilĆ³ en pintar con crudo realismo la pobreza, el dolor y la violencia del paisaje urbano. La obra de Carriego convirtiĆ³ en sujetos poĆ©ticos a personas, lugares y hasta formas de contacto social de sectores marginales.
Su Ćŗnico libro de versos editado en vida, Misas herejes, apareciĆ³ en 1908. AdquiriĆ³ cierta fama con los poemas, pero no pudo disfrutarla ya que muriĆ³ el 13 de octubre de 1912 a la edad de veintinueve aƱos.
Jorge Luis Borges, que fue su gran admirador, escribiĆ³ en 1930 un interesante ensayo sobre su vida y obra titulado Evaristo Carriego. No es solamente la biografĆa de un poeta olvidado; en realidad, el gran escritor argentino utiliza su existencia para recrear el suburbio porteƱo de principios del siglo pasado, un rescate del arrabal y el tango:
Ā«Carriego fue el hombre que descubriĆ³ las posibilidades literarias de los decaĆdos y miserables suburbios de la ciudad: el Palermo de mi infancia. Su carrera siguiĆ³ la misma evoluciĆ³n del tango: arrollador, audaz y valeroso al principio, luego convertido en sentimental. En 1912, cuando tenĆa veintinueve aƱos, muriĆ³ de tuberculosis, dejando un solo libro publicado (Las misas herejes). Recuerdo que el ejemplar, dedicado a mi padre, fue uno de los diversos libros argentinos que habĆamos llevado a Ginebra y que yo allĆ leĆ y releĆ.Ā»
Jorge Luis Borges