Lo mĂĄs cercano a la conciencia es la ignorancia.
Se tocan.
Tienen una frontera en comĂșn.
Los saberes nacidos de las certezas son errĂłneos. La visiĂłn de nuevas porciones del Universo relativizan su significado y lo transforman.
Abandonar la concepciĂłn de lo que conocemos, o sea, abandonar lo que conocemos, nos permite tocar la realidad.
Solo tocarla.
Solo se logra nacer tras haber muerto.
La vida es mĂĄs bien un parto.
Entre un rĂo de fluidos, frĂos, calores, miedos, dolores y alivios... desde esa confusiĂłn y locura de la sala de partos, el poeta, naciendo escribe.