Por lo general, la solidaridad no la definimos, la describimos. Tampoco la reflexionamos, la vivimos. Por estas razones, los ocho ensayos reunidos en este libro llevan a cabo una tarea inusual: someter la solidaridad a reflexión y definición. Pero también hacen lo otro, por supuesto: describen cómo los frágiles dedos individuales se juntan, flexionan y forman un sólido puño. En esta obra se examinan las relaciones y las prácticas en ámbitos que fácilmente asociamos con solidaridad, como son los conflictos laborales, los movimientos estudiantiles, los avatares de la migración del campo a la ciudad; pero también en situaciones en las que su aparición puede ser desconcertante: un grupo de jóvenes infractores. En un tiempo en que la acción colectiva resurge después de un largo interludio individualista, este volumen nos invita a reflexionar acerca de cómo en los problemas y conflictos que la práctica conlleva nos hacemos uno, con la esperanza de que los puños del futuro sean más resistentes y duraderos que los del pasado.