Alexandra

En mi casa existían dos normas inquebrantables: no acercarnos a la casa de los Barone y no ser amiga de los hermanos Barone.

Cumplir la primera norma era sencillo, pues esa casa daba bastante miedo. ¿Drogas, tráfico de armas, prostitución? Todo era posible. Por eso no me costó nada cumplirla. Respecto a la segunda… la quebranté. Ginevra Barone era mi mejor amiga y no fijarse en su hermano Angelo era como pedirle al sol que no calentara en pleno verano.

Por suerte o por desgracia ya no tuve que preocuparme por nada de eso después de esa noche. Cuando irme de Chicago fue lo único que pude hacer si quería seguir con vida.

Kom i gang med denne bog i dag for 0 kr.

  • Få fuld adgang til alle bøger i appen i prøveperioden
  • Ingen forpligtelser, opsiges når som helst
Prøv gratis nu
Mere end 52.000 mennesker har givet Nextory fem stjerner i App Store og Google Play.