La desigualdad tiene una dimensión jurídica. Por esto, a los abogados y a todos aquellos que creen en la importancia de una prestación segura y equitativa de servicios jurídicos accesibles les debe preocupar el hecho de que al mismo tiempo que el crecimiento económico ha aumentado en todo el mundo la desigualdad —económica, social, jurídica y política— haya crecido y esté creciendo en todos los continentes.
En América Latina la desigualdad socioeconómica es de especial gravedad.