Desde el siglo XIX, cuando la cultura nipona empezó a cautivar e influir en Occidente, el japonismo ha venido ganando terreno. La fascinación por el país del sol naciente da paso a la sed por entender el verdadero sentimiento y la esencia que destila su cultura.
En esa búsqueda, es indispensable conocer el teatro clásico japonés denominado noh.
Establecido en el siglo XVI por los guionistas Kan-ami y Zeami, esta expresión histriónica característica contiene y comunica los sentimientos, costumbres y vida de los japoneses.
Las obras del teatro noh, sus trajes y máscaras han sido objeto de estudio y publicaciones en todo el orbe. Su popularidad ha crecido desde que, en 2008, el teatro Nôgaku (que incluye las obras noh y kyôgen) fue incluido en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.
En 129 historias, Aoki Michiyoshi —actor del teatro de la escuela de Kanze de Kioto— y Osami Takizawa —discípulo de Michiyoshi y catedrático de la Universidad Junshin de Nagasaki— presentan el teatro noh a los hispanohablantes.
Otras obras de Osami Takizawa son La historia de los jesuitas en Japón (2012) y Los jesuitas en el Japón de los samuráis (siglos XVI-XVII) (2018).