De acuerdo con el compositor, esta obra está inspirada en el dios griego Janus que tiene dos caras: una mira al pasado, la otra al futuro. Y con estas transita entre los tiempos de manera fluida haciendo de ellos algo indeterminado, a pesar de los eventos contrastantes que pueda encontrar en su camino.
La obra se compone de seis breves piezas, pero su orden no es fijo: los músicos tienen tres maneras posibles para moverse entre pasado y futuro, entre barcarolas líricas y carreras misteriosas, actuando como un Janus bifronte.