En Bogotá se ha normalizado lo más anormal, que es la existencia de casi 10.000 personas que habitan sus calles padeciendo el frío, el hambre, el abuso policial y el temor de ser asesinadas por algún aporocida. En tal anormalidad deambulan al menos otros 13.000 habitantes de la calle en el resto de metrópolis colombianas. De los variados estigmas que pesan sobre ellos los más frecuentes e insidiosos son los de ser drogadictos irredimibles y peligrosos atracadores. Por supuesto que los hay, pero son la minoría. Esos preconceptos se emplean para opacar situaciones inhumanas, tales como las precariedades higiénicas que padecen las mujeres que habitan la calle cuando llega el periodo menstrual, o el abandono de los familiares de las que por su edad o por padecer alguna enfermedad mental degenerativa se les juzga como una carga insostenible. A pesar de que el abandono está tipificado como delito punible, que la Corte Constitucional haya impartido órdenes para que se cuente con una política, y que el Ministerio de Salud, algunas autoridades locales, una que otra parroquia y varias organizaciones no gubernamentales han desarrollado estrategias asistencialistas, esta anomalía social campea y se reproduce a diario. Este libro procura aportar nuevos diagnósticos e ideas para superarla.
¡La calle para siempre!: Los habitantes de las calles bogotanas, entre el síndrome de Diógenes y la seguridad social en salud
ÓSCAR A R ALFONSO
stephany paredes arenas
rafael andres g barrera
pedro ignacio forero bernal
diana carolina c camargo
laura camila b garzon
jalil alejandro serna magaldi
fatima gutierrez martinez
pablo enrique pineda rodriguez
manuela parra sanchez