Mucho se ha estudiado sobre el conflicto armado que protagoniza y padece nuestro país, en una contradictoria dualidad que, desde hace ya varias décadas, ha dado material suficiente para infinidad de análisis e investigaciones, hasta el punto de permitirnos formular una cruel relación: tal pareciera que a mayor cantidad de estudios, más caótico resulta el objeto de observación y más tortuoso el camino en busca de soluciones.