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Las asambleas constituyentes de la independencia. : Actas de Cundinamarca y Antioquia (1811-1812)

E-bog


Múltiples y complejos factores determinaron, a partir de 1810, la formación de un Estado independiente en lo que para esa época era el virreinato español de la Nueva Granada. El movimiento que saltó al escenario político con los acontecimientos del 20 de julio de ese año inició el camino hacia la construcción formal de ese Estado, que desde su fundación habría de ser, en un audaz desafío a la herencia de trescientos años de dominación colonial, un Estado liberal, de derecho, federal y gobernado con sometimiento a una Constitución escrita que garantizara las libertades de los ciudadanos.

El cabildo de Bogotá, que en aquel día memorable desconoció la autoridad española y depositó en una junta de gobierno el poder político, le impartió instrucciones a esa junta para que convocara a los representantes de las otras provincias neogranadinas con la finalidad de establecer la Constitución que regiría los destinos del naciente Estado. En diciembre de 1810 se reunió ese primer congreso constituyente, que sin embargo suspendió sus deliberaciones a las pocas semanas, pues no pudo llegar a un punto de acuerdo en el enconado debate entre partidarios del centralismo y del federalismo. Como consecuencia de esa disolución, en Bogotá se reunió otra asamblea constituyente, de alcance solamente provincial, que redactó y aprobó en abril de 1811 la Constitución de Cundinamarca, que vino a ser así la primera en lengua hispana, anterior por más de un año a la española de Cádiz y, por unas pocas semanas, a la venezolana de 1811.

Pero así mismo, ante el fracaso del primer congreso de Bogotá, algunos representantes de las provincias de Antioquia, Cartagena, Neiva, Pamplona y Tunja proclamaron en noviembre de 1811 el Acta de Federación de las Provincias Unidas de la Nueva Granada, que constituye el primer documento jurídico y político que agrupa territorialmente como Estado a las diversas regiones neogranadinas, y establece una organización republicana y federal, a la vez que señala las competencias que le corresponden a las provincias y a las de la federación. En el marco de esta federación, la provincia de Antioquia se dio su primera Constitución en 1812.

Esos textos constitucionales de Cundinamarca y de Antioquia se fueron cociendo a lo largo de los formidables debates de los que dan cuenta las actas que ahora se publican, por primera vez, gracias a la labor de rescate, compilación y revisión por parte de investigadores de la Universidad Externado de Colombia, con el auspicio de la Corte Constitucional colombiana y la Imprenta Nacional.

La lectura de estos textos fundacionales es ilustrativa y emocionante. Ellos dan cuenta de que en los orígenes de nuestra existencia como pueblo, ante unas condiciones políticas, económicas y sociales tremendamente adversas, un puñado de jóvenes casi sin experiencia se empeñó en construir un Estado moderno a partir de un esfuerzo de la inteligencia, es decir, mediante la deliberación racional, el intercambio de ideas, la persuasión con argumentos y la toma de decisiones bajo la regla democrática de la mayoría.