Este libro, dirigido principalmente a docentes de nivel inicial, bibliotecarios y personas cuya labor gira en torno a la literatura y los niños, fortalece el rol de mediador en la animación a la lectura. La obra puede transformarse en un gran disparador para que los adultos mediadores inventen sus propias actividades, lleven a la sala aquellas que les hayan gustado, prueben las modificaciones que los identifiquen y construyan su propio rol de mediación seleccionando material acorde con cada sala, con cada niño, con cada situación.
Los niños y las niñas de cero a cinco años son considerados en este libro como lectores expertos, ya que no es necesario conocer el código escrito para leer. Desde que nacen, aprenden a leer situaciones, gestos, imágenes y, de esa manera, construyen el mundo a partir de la propia interpretación y de la lectura que hacen sus padres o allegados acerca de lo que acontece. Así, quienes rodean al niño se convierten en mediadores de lo que cada uno considera como realidad. Quienes opinan que acercar la literatura a niños y niñas constituye una tarea comprometida y respetuosa, podrán aprovechar posibilidades concretas que permitirán vincular diversas obras literarias con juegos y actividades de invención y de exploración.