Los buenos tratos a la infancia y las competencias parentales son parte de un mismo proceso. Estas páginas están dirigidas a describir este proceso y su corolario: cuando las historias de vida y los contextos sociales y culturales no permiten que los adultos adquieran esas competencias, existe un riesgo que reaccionen inadecuadamente con sus hijos o hijas y, en los casos más graves, produzcan los diferentes tipos de malos tratos infantiles.