La memoria es una de las preocupaciones más comunes entre las personas en lo que a funcionamiento del cerebro respecta.
Las siguientes frases se escuchan una y otra vez:
"Estuve horas buscando los anteojos hasta que me di cuenta de que los llevaba puestos".
"Nunca puedo recordar dónde dejo las llaves".
"Hasta hace poco podía nombrar todos los actores que participaban de una película, hoy ni siquiera logro dar en mi cabeza con el título del film".
Estas expresiones siempre vienen seguidas del planteo concreto del problema: ¿Qué se puede hacer para mejorar la memoria?
La buena noticia es que, salvo en el caso de que exista una enfermedad puntual, no hay de qué preocuparse.
Es que las neurociencias están confirmando quiénes son los verdaderos enemigos de la memoria. Y ninguno de ellos es particularmente de temer:
Falta de atención.
Estrés.
Ausencia de liderazgo emocional.
Mala alimentación.
Carencia de ejercicio físico e intelectual.
Sueño insuficiente.
Por lo tanto, con una buena dosis de constancia y voluntad podemos resolver muchos de nuestros "problemas de memoria".
Haber cumplido muchos años no es una excusa: también las personas mayores pueden estimular y optimizar su memoria.
Esta obra se convierte en un aliado, entonces, para explorar técnicas y ejercicios que permitan incrementar la capacidad de retención y recordación de información.