La historia de dos mujeres: una famosa cantante, Cordelia, incapaz siquiera de entonar, y su doble, Iris. Habitan un mundo en donde a los Dioses los crean los hombres; nunca al reves. Estos Dioses existen en un mundo que invade un Dios Impostor- arribista y sibilino-, quien reinventa el cielo a imagen y semejanza del infierno-ahi viven los hombres-y que el primer dia crea el pavimento, el segundo los embotellamientos, y asi la contaminacion y etcetera: el caotico y corrupto mundo de una ciudad como la de Mexico. Este Dios Impostor acaba con la fascinacion en que vivian los otros Dioses; provoca luchas intestinas, y acaba por dar forma humana a todos los habitantes del antiguo panteon. Los Dioses pierden sus caracteristicas originales y acaban por permitir-como los hombres-que un tirano imbecil, carente de imaginacion, los manipule. Un Dios del tiempo-en transito hacia su inevitable humanizacion-deviene narrador y con paciencia dolorosa teje la urdimbre donde las historias de Cordelia e Iris, y la suya propia, se insertan en ese "mundo de los hombres", sobrepoblado e ingobernable, apocaliptico. Mas alla de las propuestas "light" o "heavy" que sofocan la oferta literaria mexicana, Un Dios para Cordelia nos recuerda que solo hay dos literaturas: la buena y la mala; y que hay mucho de gratificante cuando el lector se topa con una novela en donde a la bondad de su propuesta se suma la condicion de novela de culto instantaneo; crisol de animos y desventuras, pesares, de una generacion que hoy vive y padece la impredecible, pero aun fascinante, aventura de la existencia. Novela crepuscular, apuesta renovada sin concesiones: experiencia memorable.