Las múltiples dimensiones de la vida social que se vieron afectadas por la pandemia de COVID-19 obligaron al Estado argentino a desplegarse en varios frentes a la vez.
Cuestiones nuevas, que alteraban las prioridades de una agenda estatal fraguada al calor de los acontecimientos, se combinaron con problemas y desigualdades de larga data puestos en evidencia con mayor crudeza. El Estado elaboró una serie de acciones en el escenario de emergencia para reforzar el sistema sanitario, orientar los comportamientos individuales, amortiguar el golpe económico y contener daños; su intervención se consideró en un principio necesaria e inevitable.
Los capítulos reunidos en este libro demuestran que el despliegue estatal resultó inédito en algunos sentidos, mientras que en otros consistió en profundizar o extender medidas de política pública y experiencias ya conocidas. Con el desplazamiento del Estado al centro de la escena, la experiencia de la pandemia ofreció una mirilla para observar el accionar estatal en una situación inesperada y extrema. Este libro aporta un análisis del modo en que el Estado enfrentó los dilemas impuestos por la pandemia, y permite extraer enseñanzas para instrumentar mejores políticas públicas a futuro.