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Agua turquesa

E-book


"Aguas, o escrituras acuåticas en toda su potencia onírica. Así, Selva Dipasquale nos invita a participar de un mundo líquido y a la vez compacto, movimiento que nos sumerge en íntimas ensoñaciones de color y consistencias. ¿Dónde estå lo real, en la superficie o en lo profundo de las aguas?

En la superficie se ondulan los reflejos, pero en la profundidad, la autora elige las imĂĄgenes con todos los rumores que emergen de ellas para resignificar el mundo: en el aire/ se van cortando/ el caos y la fragilidad/ como cuando el mar/ encuentra su calma. Pero quĂ© detona el agua turquesa. Materia clara y envolvente que toma a la vez el agua y el aire, el cielo y la tierra y los une en una sola imagen cĂłsmica. OperaciĂłn que solo Selva puede lograr con su capacidad para alojarnos en una caja de pandora anulando cualquier intento de fuga. No, no podemos escapar de ese estado ya que la textura misma de los versos nos transforma y nos convierte en amalgama con la luz natural mientras las esferas bailan alegres como si tuviesen continentes de su propia materia o como si la voz poĂ©tica fuera una burbuja conteniendo el universo. A tal punto que su sangre late al ritmo del suplicio de las ranas, y drena agua turquesa de la corteza de los ĂĄrboles. Entonces Selva detiene el mundo con una escritura que reverbera como espuma blanca y se derrama en las blandas soledades de las mañanas, segĂșn Saint-John Perse.

De manera que todo confluye en una valoraciĂłn sustancial que hace del agua una fuente cĂĄlida, donde los sueños de Selva nos acunan en ese lĂ­quido amniĂłtico sin el deseo de salir a una superficie ajena y hostil. ÂżAgua materna? QuizĂĄs, jirones de agua musicales y el verde de las plantas bailando en firuletes dice un poema, mientras el transparente turquesa nos ofrece sin vacilaciones la misteriosa voluptuosidad de la naturaleza. Selva escribe y su corazĂłn bombea plof y se abre una sombrilla de papel en miniatura, descripciĂłn de alguien capaz de transformar rayos de sol cristalizados en un panal de abejas. El lector se convierte poco a poco en integrante de un mundo en el que podrĂ­a vivir y pensar como la poeta al participar de sus impresiones y sentimientos mĂșltiples. De modo que leer este libro y haber gozado de los efectos Ăłpticos que transmite su escritura, nos arrastra a nuevas experiencias onĂ­ricas, que no hubiĂ©ramos conocido de otro modo" (Rita Kratsman).