El peronismo, además de lo que cuenta la Historia, fue una masa humana que se podía simbólicamente situar en un espacio urbano, algo físico, casi palpable, que se percibía desde los sentidos y cuya experiencia emocional dividió el país. El relato de esta vivencia primordial es lo que se ha interesado rescatar desde la perspectiva imaginativa y apasionada de la literatura.
Por estas páginas comparece un elenco de nombres que van desde la derecha a la izquierda tradicional, pasando por los pocos que eligieron el peronismo: Jauretche, Borges, Bioy, Manuel Gálvez, María Rosa Oliver, Beatriz Guido, Cortázar, Martínez Estrada y Marechal. En todos ellos surge el conflicto entre el individuo y la masa movilizada por un poderoso discurso político.