Un testimonio imprescindible para entender el derrumbe del mito de la Revolución cubana. Una edición conmemorativa a los 30 años de su primera publicación.
En diciembre de 1990, Reinaldo Arenas, muy enfermo de SIDA, se suicidaba en Nueva York dejando este estremecedor testimonio personal y polĂtico, unas memorias a las que habĂa puesto el punto final apenas unos dĂas antes de acabar con su vida. Arenas reunĂa las tres condiciones ideales para convertirse en uno de los muchos parias perseguidos por el rĂ©gimen carcelario de la Cuba castrista: era escritor, homosexual y disidente. La recuperaciĂłn de este testimonio, ya un clĂĄsico, pone en evidencia que, treinta años despuĂ©s de aquel grito desgarrador, aĂșn se silencia y encarcela a intelectuales y opositores, y sigue siendo mĂĄs oportuna que nunca esta reivindicaciĂłn de los derechos civiles y personales, ahora que parecen estar en un continuo retroceso. De los bajos fondos de La Habana, donde malviven los excluidos del sistema, a la opresiĂłn en el exterior, la vida de Arenas fue, muy a su pesar, una delicada y comprometida peripecia vital e intelectual.