Estamos en Ciudad Juárez. En la periferia, Reyna regenta un prostíbulo que es refugio para muchas mujeres. En él conviven entre la desconfianza y la camaradería, y a todas Reyna les cuenta su historia. No muy lejos vive Alicia, quien tras ser abandonada de niña dos veces, asume que su futuro es vivir de los desechos. Con coraje y destreza busca entre los escombros y se vuelve la líder de un grupo de mujeres y niños. Al otro lado de la frontera, en El Paso, reside Griselda, una médico que investiga el vertedero municipal de Ciudad Juárez a la vez que se enfrenta al deterioro de la persona que la crio.
Sylvia Aguilar Zéleny es dueña de una oralidad magnífica y consigue insinuar la brutalidad más que narrarla. Basura, con dosis de suspense y momentos de inaudita ternura, explora la marginalidad, el abandono, la violencia y todo aquello que sucede en territorio fronterizo.
«El vertedero de Ciudad Juárez, donde tanta gente encuentra su medio de vida, es un terreno fronterizo en el que siempre puede haber alguien que está peor... y no siempre hay una mirada para registrar lo que le sucede a ese alguien». —Pérgola