Por mucho que odiase al hombre con el que se habĂa casado, Briar Davenport tenĂa que admitir que se volvĂa loca con sĂłlo sentir sus caricias. A pesar del placer que Daniel Barrentes le daba en el dormitorio, lo suyo nunca serĂa otra cosa que un matrimonio de conveniencia⌠¿o quizĂĄ sĂ? A medida que se iban desvelando los secretos, Briar empezĂł a darse cuenta de que Daniel no era como ella creĂaâŚ