Arranca el siglo XVIII y una nueva dinastía inicia su andadura con Felipe V para culminar con Carlos III y la Ilustración. Los ilustrados Floridablanca, Campomanes o Esquilache (que dará nombre al famoso motín), no lograrán imponer sus tesis. Tras la Revolución Francesa (1789), Napoleón ambicionó dominar Europa y en España la guerra contra los franceses hará que el pueblo español añore a Fernando VII «el deseado». Después vendrá la guerra de sucesión y posteriormente las carlistas. La debilidad española propiciaría que las colonias americanas se independicen de la metrópoli.
Con Isabel II llegará la construcción del estado liberal. Una vez expulsada Isabel II, Prim trae a Amadeo de Saboya a ocupar el trono de España, pero la experiencia no funcionaría y La Restauración con Alfonso XII. Más tarde vendrán los años de la «dictablanda» con Primo de Rivera y el advenimiento de la II República, con el exilio de Alfonso XIII. Pero a los tres años estalla la guerra civil y el General Francisco Franco se hace con el poder después de una larga guerra. Una trágica guerra civil y una larga dictadura lleva a España, finalmente, ante una nueva oportunidad de la historia en la que los españoles se muestran, al fin, capaces de edificar un nuevo Estado sobre las firmes bases del diálogo, el consenso y la moderación, pero en el momento actual las bases del régimen nacido de ese consenso vuelven a ponerse en cuestión, colocando al país ante una crisis cuya salida resulta difícil anticipar