Con este poema continuo en tres movimientos, Guillermo Carnero retorna a la poesĂa extensa tras Espejo degran niebla (2002), Fuente de MĂ©dicis (2006) y Cuatro noches romanas (2009), añadiendo un quinto eslabĂłn a la serie iniciada en 1999 con Verano inglĂ©s. El tĂtulo alude, en italiano y en español, tanto al precioso papel pintado que se fabrica en Florencia como a una epĂstola allĂ surgida y escrita, no en vano el imaginario del libro es bĂĄsicamente florentino, con ecos lisboetas y romanos. MeditaciĂłn acerca del amor, el sexo y el desamor como estĂmulos de la visiĂłn del mundo, de la conciencia de la propia identidad y de la revelaciĂłn de ambas en el discurso de la poesĂa, Carta florentina indagael impacto de la realidad en los sentidos, su erosiĂłn por el paso del tiempo y su reapariciĂłn en la conciencia como haz de sĂmbolos engarzados por una lĂłgicaemocional que se formula en lenguaje para redimir la degradaciĂłn y la pĂ©rdida, y para que esa formulaciĂłn perdure. El agua es sĂmbolo central: en forma de lluvia, rĂo, marea, ola y fuente da cuenta del flujo del presente hacia el olvido y de su restituciĂłn en la memoria recobrada y escrita.