Durante el Ășltimo año de su vida, Pier Paolo Pasolini desarrollĂł una penetrante requisitoria contra los rasgos que habĂa adquirido la sociedad italiana, a la que veĂa tan destruida como en 1945. Cartas luteranas contiene asĂ los Ășltimos trabajos del autor en materia de crĂtica social.
Pasolini parte de las mutaciones culturales que el desarrollo de la producciĂłn masiva y las nuevas tecnologĂas de la comunicaciĂłn han suscitado en Italia para revelar los signos de la degradaciĂłn de la sociedad y de la cultura. Y, aunque circunscribe su anĂĄlisis al concreto caso italiano, halla categorĂas metafĂłricas fundamentales para una crĂtica de izquierda a la modernidad y a las insuficiencias de la razĂłn progresista.
No es cierto que la pobreza sea el peor de los males. No es cierto que la historia vaya siempre hacia adelante: hay perĂodos en que se producen sĂșbitas involuciones y se desvanecen en el aire conquistas histĂłricas de la humanidad.
Por si fuera poco, Cartas luteranas incluye uno de los textos mĂĄs bellos de Pasolini: «Gennariello», un tratadillo pedagĂłgico (inconcluso) que, ademĂĄs de ser una obra maestra literaria, resulta Ășnico en el gĂ©nero. Al poner al descubierto piezas del sistema socializador real (como el «lenguaje pedagĂłgico de las cosas»), resulta imprescindible para comprender las raĂces del conformismo contemporĂĄneo.