Las cicatrices no estaban sĂłlo en su cuerpo, sino en su almaâŠ
Isobel conoció al brasileño Alejandro Cabral en una fiesta en Londres. Tras una noche con él, se quedó embarazada y tuvo una hija, Emma.
Tres años mĂĄs tarde, tras recuperarse de un grave accidente de coche y quedarse viudo, Alejandro se enterĂł de que Isobel tenĂa una hija y decidiĂł buscarla de nuevo. Para ello urdiĂł un plan para atraerla hasta BrasilâŠ