Jack London escribe esta historia como una obra complementaria y, a su vez, como un reflejo de la llamada de «lo salvaje», en la cual Buck, el perro protagonista, descubre y emplea sus instintos mĂĄs primitivos para sobrevivir a su secuestro y posterior vida en el bosque. En contraste, Colmillo Blanco, el lobo hĂbrido cuyo nombre titula esta novela, nacido en las agrestes y gĂ©lidas tierras del Klondike, deberĂĄ soportar el frĂo, el hambre y a mortales depredadores, valiĂ©ndose de su herencia e instinto salvaje; todo ello en un despiadado camino hacia la domesticaciĂłn y sobreviviendo a la criatura mĂĄs peligrosa de todas: el hombre. "Comparados con Colmillo Blanco, [los humanos] eran frĂĄgiles y flĂĄcidos y se aferraban a la vida sin ninguna fuerza en su agarre. Colmillo Blanco habĂa venido directamente del bosque, donde los dĂ©biles perecen pronto y no se da refugio a nadie. Ni en su padre ni en su madre habĂa debilidad alguna, ni en las generaciones anteriores. Una constituciĂłn de hierro y la vitalidad de «lo salvaje» eran la herencia de Colmillo Blanco, y se aferrĂł a la vida, todo Ă©l y cada parte suya, en espĂritu y en carne, con la tenacidad que antiguamente pertenecĂa a todas las criaturas".