El objetivo de este libro es, fundamentalmente, desmitificar los mercados financieros. Y lo hace por diferentes vías: desde la más seria y cuantitativa (que permite ver como los mercados necesitan a los gobiernos en todo momento tanto o más que los gobiernos a ellos) hasta la más jocosa, en la que destaca las facetas más risibles de sus mitos y ritos, así como de quienes en ellos trabajan.
Asimismo, pone de relieve la delincuencia que se organiza en torno a la información privilegiada, las interpretaciones erróneas de lo que sucede en los mercados y los modos de razonar circulares en que se basan la mayor parte de las decisiones e interpretaciones que se producen tanto entre empresas implicadas como entre analistas financieros.
Además, incluye el relato de anécdotas sobre los mercados que les hacen perder toda la seriedad de la que están, aparentemente, imbuidos; de los golpes de suerte y giros de la fortuna que convierten una mala decisión en buena (o viceversa); del lenguaje colorido y metafórico tras el que se ocultan la pretensiones científicas, pasando, claro está, por las elaboraciones académicas que le dan un cariz de ciencia empírica a razonamientos basados en conceptos de existencia tan fantasmal como los del mismo Sigmund Freud o de los debates escolásticos del siglo XII.
Un libro, en definitiva, que permitirá conocer lo que realmente ocurre entre bambalinas en los mercados financieros, y, con ello, entender cómo funcionan, de modo que así los inversores puedan sacarle el máximo provecho y los políticos y activistas consigan penetrar en su código genético.