Luz no desea atarse a nadie; una vez lo hizo y la cosa terminó mal para ella, pero una mañana conocerá a Pablo de una forma poco común y accidentada. Desde ese momento, la vida de Luz se pondrá patas arribas y por más que intente huir de Pablo, le será imposible. El destino parece estar empeñado en hacerles coincidir.
Pablo, nada más ver a Luz, queda impresionado por la fuerza de esa mujer que no teme hacerle frente. Tratará por todos los medios de conquistarla, aunque nunca imaginó que esa menuda mujer le iba a poner las cosas tan difíciles. Luz y Pablo vivirán unos días intensos en los que no dejarán de probarse el uno al otro en una batalla que ambos desean ganar y ninguno está dispuesto a perder.