El ejército del rey castellano Alfonso VI ha conquistado Toledo; no así el sometimiento de todos sus habitantes. El noble caballero Jaime de Moriel lo comprueba muy pronto cuando la bella mora, Nalia de Toledo, se opone a que Jaime y sus caballeros se instalen en su hogar. La obstinación y la fidelidad de la joven mora hacia los suyos, además de la determinación de no dejarse avasallar por los conquistadores, originan continuos conflictos entre ellos. Por otra parte, un secreto los mantiene también separados. Finalmente, el profundo amor que ambos protagonistas sienten el uno por el otro termina por unirlos irremediablemente.