Noches perversas
A Zacharel, el líder de uno de los ejércitos más poderosos de los cielos, sus superiores lo habían evaluado y considerado muy peligroso y despiadado. Si no tenía cuidado, corría el riesgo de perder las alas. Sin embargo, no estaba dispuesto a abandonar el mando de las misiones que tenía encomendadas… hasta que una humana vulnerable lo tentó con placeres carnales que él nunca había conocido.
Ángel sin alas
Se llamaba Koldo. Estaba traumatizado, pero era poderoso, y tenía un legendario control sobre sí mismo. Solo vivía para vengarse del ángel que, le había arrancado las alas. Sin embargo, si se rendía a las fuerzas del odio, se condenaría para toda la eternidad.
Nicola Lane había nacido con una enfermedad cardíaca, aquella humana tan frágil demostraba una asombrosa fuerza para enfrentarse a los demonios que la acechaban y trataban de acabar con ella.
Amanecer en llamas
A causa de su atormentada vida, Thane tenía una insaciable necesidad de violencia, y eso le convertía en el asesino más temido de todos los cielos. Se regía por un solo código: la piedad no existía. Y, mientras concentraba toda su furia sobre su último y más reciente captor, supo que ninguna de sus batallas podía haberlo preparado para la visión de la esclava que lo rescató de las garras de su enemigo: una belleza que encendió el fuego de sus más profundos deseos.
Acariciando la oscuridad
Un fiero guerrero inmortal. Huésped del demonio de la Enfermedad.
Un roce de Torin causaba enfermedad y muerte, y podía desencadenar una plaga en todo el mundo. El placer carnal estaba completamente prohibido para él.
Ella era Keeleycael. La Reina Roja.
Cuando aquella belleza consiguió escapar de un encarcelamiento que había durado siglos, el deseo que surgió entre el guerrero y ella fue abrasador.